Tuesday, November 20, 2012

Se espera que adquiramos…

Dios Padre sus miles de mundos mece sin ruido. Sintiendo su mano en la sombra mezo a mi niño.”
Meciendo, Gabriela Mistral
      Uno de los sentimientos más profundos que he tenido en esta clase fue en la que hablamos de Gabriela Mistral y su poema, Meciendo. Me encantó esa clase porque el profe Mack se puso a hablar del simbolismo que hay en este poema en cuanto al ser padre. Él contó del día en que estuvo esperando mucho tiempo en la sala donde estaba su bebé conectado a muchas máquinas para que respirara. Me acordé del momento en que mi padre me había hablado de cómo se sintió cuando nací yo y los pensamientos que se le vinieron a la mente. Me dijo que estaba tan emocionado y feliz que por fin era padre y, a la vez, se dio cuenta de que no sabía lo que el futuro traería.
      Yo no soy padre, pero mientras estuve sirviendo como misionero, yo sentía el amor que tiene Dios por nosotros hacia las personas que me rodeaban. Yo quería hacer todo para que pudieran entender realmente el amor tremendo que nuestro Padre tiene. Aquí en su poema, Gabriela nos muestra a nosotros que, aunque hay “miles de mundos,” podemos “sentir su mano en la sombra” como si estuviera a nuestro lado.
      El profe Mack ha estado hablando mucho en cuanto a la importancia de tener una figura de apego en nuestras vidas y las consecuencias que siguen si no hay. El saber que Dios es la figura de apego más importante que uno puede tener no tiene precio. Él nos ha dado tantas cosas para que sepamos eso y nos ha puesto aquí para que desarrollemos sentimientos muy profundos y fuertes por otras personas con el fin de que comprendamos un poco mejor lo que siente Él por nosotros.
      Meciendo a nuestro niño o a alguien a quien amemos nos da lo que se espera que adquiramos en esta vida.

No comments:

Post a Comment