Thursday, November 15, 2012

Seamos hombres


“¡No me dejes sola Lorenzo Rafael! Quédate conmigo aquí a mi lado por favor. ¡No me dejes sola!”
María Candelaria, Gabriel Figueroa
            En la película, hay una parte en la que se enferma María Candelaria y está a su lado Rafael. Él le está viendo a María dormir cuando de repente, ella se pone a hablar y a gritar que Rafael se quede allí con ella. En este momento, se asusta Rafael porque no sabe qué hacer con la mujer que quiere, si la acompaña mientras duerme o si se va muy lejos para conseguir el único remedio que le puede curar.
            Esta idea es clásica para la cinematografía porque causa que nos preguntemos, ‘¿Qué haría yo si fuera él?’ Yo lo encuentro muy interesante que lo que resulta en cada ejemplo que se presenta esta situación el hombre se va para poder resolver los problemas en vez de quedarse allí con su amante.
            Un ejemplo clásico viene de Hércules. Nuestro héroe se enamora de una chica, ella llega a estar a punto de morir, y en vez de tratar de consolarla y estar a su lado, Hércles la deja allí y se va. Él va a negociar con Hades y se sacrifica a sí mismo hasta que su vida casi se acaba por lo que está dispuesto a hacer lo que se le exija con el fin de que se cure su amante. Al final, logra lo que parecía imposible y salvó a su mujer. Ella se despierta bella y sana y se acaba la película con que ellos viven felices para siempre.
          
        Yo creo lo que Figueroa y lo que la historia de Hércules de la mitología muestran es la gran importancia de ser un hombre y proteger a su mujer. No sólo protegerla de la muerte física, pero para protegerla del mundo.  Los hombres tienen que ser los que proveen para sus esposas en todos los aspectos de su vida porque se lo merecen.
            Entonces, como hombres, no podemos ser testigos del sufrimiento de las mujeres, tenemos que ser las respuestas, aun si ellas desean que nos quedemos.
           

           

     

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